Históricamente se han desarrollado diferentes tecnologías de corte de materiales, cada una dirigida a sectores diferentes del mercado, con sus ventajas, pero también con sus inconvenientes y limitaciones. Habitualmente están desarrolladas en torno a un único tipo de corte, pero de un tiempo a esta parte se trabaja igualmente con máquinas que combinan metodologías, como es el agua y el plasma, punzonado y láser o punzonado y cizalla.
Comúnmente, la tecnología de corte se ha agrupado en térmica y mecánica. Dentro de la primera, donde el corte está basado en la aportación de calor para la separación del material, se engloba el oxicorte, el plasma y el láser; dentro de la segunda, donde se utiliza una acción abrasiva, se incluye el chorro de agua, punzonado, fresado, electroerosión, corte por cuchilla, etc.
Entre todas ellas existe tradicionalmente una gran competencia, pero recientemente se puede observar que la evolución tecnológica está llevando esta competición a un nivel extraordinario, especialmente entre el plasma de alta definición, el láser CO2 y el más reciente láser por fibra. De estas últimas, el láser ha demostrado una capacidad de corte más precisa. Sobre todo, trabajando con espesores finos y mecanizando orificios pequeños. El plasma de alta definición se ha acercado en calidad a los sistemas láser en espesores gruesos. Allí donde se precisa corte en bisel, representa una buena opción.
La irrupción en el mundo láser de la tecnología de corte por fibra está demostrando ser un avance revolucionario en cuanto a rapidez y costes, ya que es una tecnología que ofrece la velocidad y la calidad del corte de laser CO2 tradicional, pero con un coste de mantenimiento y de operación menor.
¿En qué casos se debe de aplicar una u otra tecnología?
Para espesores finos de hasta 5mm, el comportamiento del láser de fibra puede ser mejor que el láser de CO2. También obtendremos un mejor rendimiento con materiales reflectantes, como el cobre o latón. Conforme aumente el espesor, el comportamiento de un láser de fibra va a ir siendo peor y comienza a ser más recomendable utilizar un láser CO2, ya que logra generar una potencia mayor en el corte hasta espesores de 30mm.
Si nos fijamos en las máquinas con tecnología de corte por plasma, podríamos afirmar que actualmente son las más adecuadas a partir de 5mm, siendo prácticamente imbatibles a partir de 30mm, donde el láser no llega, pudiendo llegar hasta 90mm de espesor en aceros al carbono, y 160mm en aceros inoxidables. Añadido a esto, cuentan con un coste de adquisición inferior a las máquinas láser, lo que aun la hace más interesante en espesores considerables en los que la calidad del corte es importante. Si bien, la bajada paulatina del precio de las máquinas de corte por láser de fibra está reduciendo significativamente el diferencial.
No obstante, para espesores considerables, la tecnología más adecuada es el oxicorte, una técnica antigua utilizada hace un siglo que es idónea para preparar bordes de piezas para soldar.
¿Qué hacemos cuando producimos en rangos donde confluyen varias tecnologías?
Debemos disponer de varias opciones de mecanizado según tecnología. La misma pieza, en función de donde vaya a ser procesada requerirá de un mecanizado específico que logre el mayor aprovechamiento de los recursos, logrando la calidad de corte deseada. Habrá ocasiones en las que una pieza sólo podrá ser ejecutada en una. Por ello, necesitaremos un sistema que incorpore soluciones avanzadas para asignar la ruta de fabricación precisa, en función del material, el espesor, la calidad deseada o los diámetros de los agujeros interiores.
Ante situaciones de sobrecarga que impidan sacar la fabricación adelante, debemos incorporar un software que disponga de sistemas de gestión de carga y asignación a colas de trabajo que nos ayudara a escoger un segundo mecanizado o una segunda tecnología compatible para procesar la pieza en otra máquina que se encuentre en una situación mejor y que permita fabricar a tiempo. Incluso, que permita subcontratar el trabajo, si no hay capacidad excedente.
En todos los casos, el programa adecuado para abordar el uso y la combinación de esas máquinas con un único sistema es el CAD/CAM. En aras de lograr una fabricación con calidad, en plazos y en un menor coste es conveniente que el software también tenga la posibilidad de asignar y gestionar la máquina idónea, combinando tecnología y situación de carga de trabajo.