Nació al calor del bitcoin, para realizar transacciones monetarias en una comunidad cerrada, no en el concepto elitista, sino en el de seguridad. La tecnología Blockchain garantiza un sistema infranqueable, a prueba de hackers, donde la confianza de los usuarios es la máxima para que funcione.
Asier Ortiz, Chief Technology Officer (CTO) de Lantek
Ahora, esta tecnología basada en redes P2P da un paso más allá de las finanzas y entra de lleno en las redes de cualquier sector, integrándose en el ecosistema B2B, para compartir información de forma transparente y segura. Y es que el potencial de esta tecnología está aún por explotar. Según datos de IDC, para 2021, la inversión en soluciones de Blockchain se elevará hasta los 9.200 millones de dólares, casi 10 veces más que el gasto realizado el año pasado.
De lo que hablamos es de aplicar esta tecnología en entornos colaborativos. Es decir, crear redes Blockchain con proveedores o partners para hacer seguimiento de, por ejemplo, piezas o materia prima, para control de calidad, etc. Incluso redes sectoriales, donde se pueda compartir conocimiento… Sería como extender la Intranet de nuestras empresas a nuestros colaboradores.
Y en esta red fluyen los datos de cada máquina, proceso o partida. Datos que se almacenan por bloques, que están, a su vez, encriptados. Así, la información sólo puede ser visualizada entre los que forman parte de la red, por lo que la privacidad y el control es absoluto entre ellos. Es más, la descentralización del modelo sitúa a todas las partes en el mismo nivel. Nadie tiene mayor control sobre la red que otro, lo que aumenta la fiabilidad. Los datos intercambiados se pueden actualizar mediante nuevas anotaciones y siempre bajo el consenso de todos, pero nunca borrar, dando mayores garantías de transparencia y de inmutabilidad del sistema.
A nivel de seguridad, se entra en un nivel superior, ya que para corromper una red Blockchain el atacante tendría que tomar el control de la mayoría de la red de forma simultánea. Es más, para borrar información debería destruirla por completo, también de forma sincronizada.
Otra de las ventajas inherentes a esta tecnología, y que va más allá del concepto de seguridad, es la posibilidad de conocer en todo momento el origen y trazabilidad de los datos. Es decir, rastrear la procedencia de los productos, de su ciclo de vida.
Pero además de ser disruptiva a nivel de seguridad y de presentar un nuevo paradigma en lo que a la colaboración se refiere, esta tecnología cambia los procedimientos de los negocios, tal y como los entendemos hoy. Y es que, esa confianza que genera el sistema Blockchain frente a otros sistemas tradicionales permite, en base a la información disponible, automatizar procesos, personalizar pedidos, ajustar la cadena de producción… Incluso programar cada bloque de información para realizar operaciones concretas, sin tener que autorizar previamente cada proceso. En definitiva, se gana en agilidad a la hora de compartir información y, en consecuencia, se logra una mayor eficiencia en la cadena productiva.
Como vemos, la tecnología Blockchain va más allá de las monedas virtuales y va a revolucionar la manera en que entendemos y hacemos negocio con nuestros colaboradores. Porque la transparencia del sistema, la agilidad que aporta en procesos y la descentralización va a incidir directamente en la eficiencia y competitividad de nuestras plantas productivas.
Tras el impacto de la pandemia, conceptos como resiliencia, agilidad empresarial, gestión de crisis, costes y flujo de caja e innovación se han hecho más críticos para la actividad, cambiando la realidad de fabricantes, empresas y consumidores.
Cuando se escriba la historia de la década actual, 2020 será recordado como el año que marcó un punto de inflexión con cambios relevantes en nuestras vidas y en nuestros trabajos.
La Fábrica Digital (Digital Factory) es mucho más que un concepto o una expresión cada vez más extendida, se trata de una auténtica filosofía de cómo deben hacerse las cosas en la empresa del siglo XXI, esa empresa que necesariamente debe ir ligada a la Industria 4.0.