La Covid-19 ha puesto de manifiesto que sin digitalización de procesos es difícil mantener la continuidad de la actividad, que las cadenas de suministro son frágiles y que la información no es fiable, poniendo al descubierto una brecha digital entre empresas más o menos digitalizadas. Quien no cubra ese gap se queda en el camino, por lo que es imperativo acelerar procesos transformativos previstos a medio y largo plazo para adaptarse a la nueva realidad disruptiva, en la que todo sucede a velocidad de vértigo.
Se abre una oportunidad enorme para crecer y hacerlo como uno mejor considera para adaptarse a la Industria 4.0. Las palancas de cambio están al alcance de todos, pequeños y grandes. De hecho, el modelo de acceso a los nuevos habilitadores tecnológicos democratiza la tecnología al sustentarse en Cloud, bajo un sistema de pago por uso, a modo de suscripción, ya sea como plataforma (PaaS), infraestructura (IaaS) o servicio (SaaS), siendo este último el más demandado, ya que no requiere de inversión ni en hardware ni en el mantenimiento para acceder al software avanzado de última generación. Según un informe de la consultora Gartner, se prevé que este modelo de acceso a la nube crezca este año un 16% respecto a 2020, alcanzando un volumen de negocio de 117.000 millones de dólares.
“La capacidad de utilizar modelos de nube escalables y bajo demanda para lograr la rentabilidad y la continuidad del negocio está impulsando a las organizaciones a acelerar rápidamente sus planes de transformación empresarial digital. El mayor uso de los servicios de nube pública ha reforzado la adopción de la nube para que sea la ’nueva normalidad’, ahora más que nunca”, señala el citado informe que estima que el gasto en TI en la nube se acelerará tras la pandemia y pasará a representar el 9,1% actual al 14,2% en 2024.
El camino que queda por recorrer es enorme. Pese a que las empresas perciben la necesidad de hacer ese viaje hacia la nube, la mayoría tan solo tiene de media entre un 20% y 40% de sus procesos en Cloud, y solo de tareas simples, según otro informe de Accenture. “Es importante que las empresas que entraron en crisis con brechas digitales significativas adopten la promesa de la nube ya mismo. Si lo hacen, podrán mitigar el riesgo empresarial, resurgir más fuertes y estar preparadas para prosperar en medio de la incertidumbre futura”, afirma esta consultora en el citado documento.
Para maximizar los beneficios que Cloud aporta al tejido empresarial es necesario incorporar estos cuatro elementos:
- Migrar y adaptarse: hay que seleccionar qué datos, proceso se quedan on-premise y qué se transfiere a la nube. Cloud no se debe ver como un objetivo, sino como un medio para acceder a software avanzado de última generación.
- Modernizar y acelerar: como todo viaje, hay que prepararse antes. En una planta industrial, debemos sensorizar máquinas y procesos para interconectar la fábrica y compartir todos los datos. Es necesario pensar en el flujo de datos de todos los sistemas como un todo. Con una arquitectura sólida en planta, podemos emprender el viaje a la nube.
- Operar y optimizar. La flexibilidad que ofrece la nube es enorme, pero hay que saber manejarse y adaptar las necesidades de capacidades a la demanda. Es la forma de maximizar el rendimiento, de lo contrario el coste subirá. Por tanto, es fundamental atender los picos de consumo e, incluso, anticiparse a estos a través de tecnologías de Inteligencia Artificial.
- Innovar y crecer. La nube es un catalizador para la innovación y el puente hacia el crecimiento. Al filtrar los datos y analizarlos con inteligencia artificial, permite detectar patrones de consumo y, por ende, prospectar nuevos modelos de negocio, acelerar nuevos entornos, experimentar con rápidez y testar en tiempo real. Al mismo tiempo, facilita el aprendizaje automático para la automatización de procesos y con ello el ahorro en tiempo y dinero.
Todo esto es posible con el cambio de mentalidad del nuevo ecosistema digital que nos obliga a ser más colaborativos, a trabajar de forma más estrecha con proveedores para cocrear soluciones más eficientes y productivas.
Si como personas hemos aprendido a ser resilientes ante las adversidades, también tenemos que hacer que nuestras plantas sean capaces de adaptarse con flexibilidad y agilidad al mundo cambiante para ser sostenibles y competitivos a largo plazo. Y la nube es el lugar idóneo para ser flexibles, agiles e innovadores. “Las empresas que siguen retrasando su paso a la nube no solo incurren en un coste de oportunidad, sino que además arriesgan su propia supervivencia”, concluye el informe de Accenture. Solo queda elegir el partner adecuado que acompañe en este viaje a la nube. En Lantek sabemos cómo ayudar a las empresas del sector de corte de chapa a emprender este trayecto y transición hacia la digitalización. Súbete al tren con nosotros y te acompañares en este viaje hacia la Industria 4.0.