La Industria 4.0 ha llenado numerosas páginas en los últimos tiempos, convirtiéndose en un vocablo habitual para las empresas de cualquier sector. De hecho, el potencial que supone para la mejora de la productividad es inmenso. Pero hay que recordar que ese concepto encierra decenas de tecnologías muy distintas, cada una con implicaciones y con resultados diferentes. Por eso, el reto para las empresas industriales es conocer en detalle sus capacidades y trazar un plan para transformar los procesos productivos paso a paso.
Autor: Carlos García Villate, director I+D en Lantek
En cuanto a los proveedores tecnológicos de estas empresas, como es el caso de Lantek, nuestro desafío es ayudarles a entender estas tecnologías y a dibujar este camino de transformación mientras evolucionamos nuestros productos a entornos seguros, fáciles de utilizar y que incluyan de la forma más orgánica y simple posible todas estas mejoras.
A todo lo anterior, hay que sumar la pandemia, que ha supuesto un empoderamiento todavía mayor de las personas, humanizando a las empresas en la relación con todos sus stakeholders: clientes, proveedores, empleados, socios… Ahora más que nunca se ha puesto en relieve que uno de los activos más importante de cualquier organización son las personas, cómo se sienten, cómo actúan, cómo se relacionan, cómo piensan. Es el denominado Internet of Behaviour (IoB) o Internet del Comportamiento.
Pero ya antes de la Covid-19, la necesidad de personalizar productos y servicios estaba presente en el día a día de las fábricas. Gracias al Big Data y a los sistemas de Inteligencia Artificial, en el sector industrial el Data Analytics cruzaba datos para detectar patrones de consumo, bien de un cliente en particular o en consumidores en general; bien por áreas geográficas o por continentes.
Ahora, la tecnología da un paso más allá para poner en valor ese binomio formado por digitalización y personalización en el denominado Internet del Comportamiento, colocando a las personas todavía más en el centro de la toma de decisiones.
Ante todo, y sobre todo: atención al dato
Y es que lo prioritario es entender que, en cualquiera de los escenarios, de las tecnologías y de los procesos productivos que se vayan a digitalizar, la base de todo son los datos y el uso que se haga de ellos.
Hasta ahora, muchas empresas industriales se han digitalizado de espaldas a los datos: se entendía que lo prioritario era que el software de gestión, los CAD/CAM o la planificación de taller funcionara. No había especial cuidado en obtener datos limpios, ajustados a la actividad, y desde luego, no se conectaban los datos que existían en diferentes áreas de la empresa.
Con la Industria 4.0, los datos, esa materia prima que tienen todas las empresas industriales pasa a ocupar un lugar destacado. Y la base para empezar a caminar en ella es ser consciente de la necesidad de identificar, limpiar, clasificar y conectar la información de cada máquina y cada ordenador de cada área de la empresa. Y a partir de aquí trazar un plan en función del plan estratégico de la empresa: planificación de producción, presupuestación inteligente, gestión de stocks, incremento de la productividad, ahorro de tiempos y costes, optimización de la materia prima… sea cual sea su principal necesidad, sin duda, ya existe la forma de encararla a través de la tecnología y la digitalización.
Veamos un ejemplo sencillo: una empresa adquiere un nuevo brazo robótico que le permitirá hacer nuevas piezas o nuevos productos. Si además de ese avance que supone poder fabricar nuevos productos, el brazo robótico está conectado con tecnología de IoT (sensores, comunicación con otras máquinas y operarios, etc.), y todos los datos obtenidos (tiempos de uso, errores, OEE, paradas, mantenimiento…) se recogen en bases de datos abiertas, las aplicaciones de analítica podrán inmediatamente mostrar alertas y recomendaciones, no solo de ese brazo sino de toda la línea. Y explotando esos datos, las aplicaciones basadas en AI podrán encontrar, por ejemplo, una planificación de trabajo más eficiente, reduciendo tiempos y costes, o ajustarán mejor la presupuestación de una pieza.
Y es que, como se ha mencionado más arriba, la Industria 4.0 no es una tecnología, sino la interrelación de muchas tecnologías que aprovechan los datos para encontrar mejoras continuas en cada paso del camino.
De la mano del partner adecuado
Para avanzar en este camino surge la figura del partner del que ir de la mano. Tanto la imparable transformación digital que llevamos años viendo como los acontecimientos inciertos e inesperados como la pandemia, han dejado patente la importancia del trabajo colaborativo y la cocreación de soluciones de la mano de los clientes o de los proveedores. Y es que elegir al partner adecuado requiere su tiempo.
En Lantek llevamos 35 años acompañando a nuestros clientes en su evolución y adaptándonos a sus diferentes estados de madurez digital, guiándoles y apoyándoles en su transformación digital.
En este dilatado trabajo en el desarrollo de software, Lantek ha ido avanzando y trabajando de forma constante hacia el concepto de Fábrica Inteligente. Ahora, junto con la evolución de la Industria 4.0 y los retos creados por la pandemia, esta tendencia se está convirtiendo en la corriente principal con empresas de todos los tamaños que examinan cómo puede utilizarse para su aplicación.
Es aquí donde Lantek puede aportar una clara ventaja para las empresas de chapa, ya que dispone de productos maduros como Lantek MES y Lantek Analytics diseñados específicamente para dicha industria. Se trata de productos diseñados para que cualquier empresa, independientemente de su madurez digital, pueda comenzar a dar pasos fácilmente configurables en su camino hacia una fábrica inteligente.
Y es que, al estar involucrado en las primeras etapas de esta revolución, Lantek tiene un profundo conocimiento de las necesidades y los obstáculos a los que se enfrentan los fabricantes y también una considerable experiencia en la integración de sistemas con cualquier software que el cliente ya tenga en su lugar, así como los requisitos y las configuraciones necesarias para los proveedores OEM.