Es el nuevo paradigma de fabricación desarrollado de la mano de las posibilidades que ofrece la conectividad y nube. Cada vez son más las empresas que ofrecen su software asociado a Cloud Manufacturing, como ERP, CRM, MES.
Según un informe de la consultora Gartner, este año los servicios relacionados con la nube crecerán un 17% a nivel mundial, hasta los 266.400 millones de dólares, siendo el Software as a Service (SaaS) el que más moverá, con 116.000 millones. Para 2022, se prevé que Cloud aumente un 33%, hasta los 354.600 millones.
¿Sería posible tener todo el software de un proceso de fabricación en la nube? La respuesta es sí, pero la mejor solución pasa por tener un sistema híbrido, donde hay un programa local en planta con baja latencia y con una cierta inteligencia, capaz de funcionar durante un tiempo autónomo sin Cloud. Es lo que llamamos Edge or Fog Computing. De tal manera que las empresas pueden tener sus programas, aplicaciones y datos en un entorno in house o externo, en la nube.
Para algunos fabricantes la idea de "desconectar" les hace sentir incómodos porque si todos los miembros de la organización pueden acceder a los datos desde cualquier lugar, algunos ojos no deseados podrían estar accediendo a información sensible. Además, temen que procesos críticos se queden parados. Sin embargo, con las medidas adecuadas, Cloud es tanto o más seguro que un servidor local y garantiza una continuidad de los procesos.
En definitiva, Cloud Manufacturing es una nueva forma de trabajar en un entorno digital y colaborativo, los departamentos de IT y OT se unen para ser competitivos en la Industria 4.0, que democratiza el acceso al hardware y software de última generación.
Veamos las ventajas de incorporar Cloud Manufacturing a nuestra planta:
1. Menos costes
Trabajar en la nube reduce de forma sustancial el coste en hardware y software al no ser necesarias inversiones en infraestructuras de IT, algo de por sí costoso, no solo por la propia tecnología, sino por los recursos asociados a las instalaciones, al mantenimiento, energía o personal técnico, por no mencionar problemas derivados de interrupciones y paros de actividad. Servidores y licencias están en Cloud bajo un modelo de suscripción, donde se alquila por uso.
2. Escalabilidad
Ese pago por uso es idóneo para empresas con demandas de ancho de banda crecientes o fluctuantes. Si las necesidades de los clientes aumentan, de forma automática el sistema va escalando la capacidad, y viceversa. Es decir, Cloud es flexible y se va adaptando a las necesidades de producción, lo que ahonda en la reducción de costes al pagar por lo que se necesita.
3. Datos
Todos los datos se envían a Cloud, donde se procesan y almacenan. Este almacenamiento no es precisamente el gasto más elevado de los servicios basados en la nube, sino que el coste se deriva de todas las aplicaciones que hay y se están desarrollando alrededor de esta tecnología y con las que se podrá sacar mayor partido a los datos de la planta y usar técnicas de Machine Learning para, entre otros, anticipar picos de demanda, prevenir retrasos en la producción, redistribuir carga de trabajo o evitar problemas con el stock, etc. Todo ello no solo incide nuevamente en la reducción de costes, sino en una sustancial mejora de tiempos de respuesta.
3. Actualizaciones automáticas
Uno de los problemas de las brechas de seguridad, es que los ataques van dirigidos, no a una empresa, sino a equipos que, si no están debidamente actualizados, terminan siendo vulnerables aumentando la probabilidad de sufrir ataques. Con Cloud, esta debilidad desaparece porque, de un lado, los servidores están fuera de las instalaciones de la fábrica; de otro, el sistema siempre opera con la última versión de software.
4. No obsolescencia
Esa actualización de los programas es extensiva a la infraestructura hardware, por lo que no hay riesgo de obsolescencia.
5. Seguridad
Ahondando en la seguridad, un tema crítico para el usuario, los datos almacenados en Cloud Manufacturing están encriptados y hay sistemas de back up automáticos que permiten tener copias de seguridad de forma regular. Por otra parte, se pueden acceder a ellos independientemente de lo que suceda con las máquinas.
6. Movilidad
Al ser únicamente necesario disponer de conectividad, se puede trabajar desde cualquier lugar, con independencia del dispositivo desde el que se quiera acceder al sistema. Se deja de estar atado a un espacio físico para trabajar con la información.
7. Mayor colaboración
Ya sea empleado, proveedor o cliente, los datos se comparten. Se puede trabajar con ellos en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo que agiliza y hace más eficiente la producción. El flujo de trabajo basado en la Cloud y las aplicaciones para compartir archivos ayudan a realizar actualizaciones en tiempo real y dan una visibilidad completa a los procesos.
¿Cómo funciona Cloud Computing?
De un lado nos encontramos con una interfaz del usuario o frontend y, de otro, el bankend, que es el servicio en sí mismo en la nube (almacenamiento, servidores, programas, aplicaciones). Ambas se conectan entre sí a través de internet a un servidor central que va suministrando los servicios a partir de nodos, de tal manera que si es necesaria mayor capacidad, se van abriendo nuevos espacios.
Y todo ello es fácilmente integrable con el resto de programas y procesos de la planta. Es un error pensar que la nube solo atañe a las grandes corporaciones. Con esta tecnología las pymes pueden operar de igual a igual, con independencia de su tamaño. Cloud Manufacturing es la nueva palanca para ganar competitividad con una fábrica inteligente capaz de ofrecer soluciones personalizadas durante todo el ciclo de vida del proceso de fabricación.