Uno de los pocos reductos en los que el Cloud aún no ha penetrado masivamente es en la planta industrial: muchas empresas aún desconfían de una plataforma deslocalizada fuera de sus instalaciones, a pesar de su incontestable éxito en el resto de sectores económicos y de las tremendas ventajas que representa.
Editorial de Juan José Colás, Head of Global Sales & Marketing
La transformación digital de la empresa y la planta industrial está cambiando esta dinámica, porque cada vez hay más dispositivos de captura de datos y herramientas de software interconectadas. La necesidad de interoperabilidad para relacionar y obtener información valiosa que facilite la toma de decisiones aumenta cada día, y el acceso a dicha información ya no se reduce a un ordenador personal en una oficina, sino que
es multidispositivo.
Y en este entorno las empresas ya consideran todas las ventajas del Cloud Computing: incremento de la capacidad de computación de forma inmediata, sin obsolescencia de hardware ni de software, sin necesidades de inversión en activos fijos, sin costes de exceso de capacidad, sin necesidad de incrementar la plantilla de técnicos especializados, y con la confianza de que los avances en seguridad y multilocalización hacen que los datos corporativos estén más seguros que en servidores propios, entre otros beneficios.
Todas esas ventajas representan varios puntos de competitividad irrenunciable en un mundo hipercompetitivo. Por eso, las grandes plataformas Cloud (Azure de Microsoft, AWS de Amazon, o bien Cloud Platform de Google) están creciendo a ritmo exponencial y, por eso, muchas empresas industriales van a dar el paso en los próximos años. La competitividad digital será el factor clave en la supervivencia de muchas compañías. Bienvenidos a la nueva realidad.
La decisión de una empresa de avanzar en la digitalización de sus procesos suele traducirse en una búsqueda de mayor visibilidad, trazabilidad, y optimización, lo que normalmente redunda en mejoras en la eficiencia y toma de decisiones.
Seguimos trabajando en la digitalización de la industria. ¿Pero estamos realmente preparados? Es posible que estemos más cerca de ello de lo que pensamos.
